Aunque Xavi sigue confiando en poder retener a Dembélé en la plantilla, algo que solo ocurrirá si el francés renueva su contrato, que expira el próximo 30 de junio, el futbolista sigue mirando a su bolsillo.
El extremo aconsejado por sus representantes no tendría ningún problema en seguir en el Barcelona, pero no lo hará a cualquier precio, y es que ahora mismo el jugador tiene dos ofertas importantes sobre la mesa, una del PSG y otra más reciente del Bayern de Múnich.
Ambos clubes le ofrecen una ficha mayor de la que percibe actualmente, mientras que el Barcelona le obliga a bajarse el salario más de la mitad para poder ampliar contrato. Eso sin contar que le presentaron una propuesta para pagarle por objetivos y rendimiento, algo que aunque en principio parecía prosperar, terminó con la paciencia del jugador y su entorno al recibir las ofertas desde París y Múnich.
Si el Barcelona quiere a Dembélé tendrá que ceder y es que de lo contrario, el adiós del galo está sentenciando. Mala suerte para Xavi, que vio como el jugador francés le resolvió él solo la eliminatoria de Copa ante el Linares y que todo apunta a que si no amplia contrato, estará los próximos seis meses en la grada.