El Newcastle se ha convertido en el nuevo rico del fútbol mundial. La compra por parte de Bin Salman de la mayoría del accionariado, ha convertido al club de Las Urracas en una nueva potencia de cara a los próximos años.
El problema es que pese a tener un gran proyecto y mucho mucho dinero, el hecho de poder descender este curso de categoría le está pasando factura a la hora de convencer a las estrellas para unirse al plantel blanquinegro.
De hecho, todas las figuras tocadas hasta el momento han rechazado las propuestas presentadas pese a estar completamente fuera de mercado. Ni Dembélé, ni Hazard, ni Lingard, ni por el momento nadie de primer nivel mundial, está dispuesto a dejar sus actuales clubes, aunque sea para bañarse en oro, y es que la apuesta sería sumamente arriesgada.
El Newcastle es el penúltimo clasificado con 10 puntos en 15 partidos, y parece que ni la llegada de Eddie Howe le están consiguiendo cambiar la cara al equipo. Esto es un problema y es que sin refuerzos en enero, el descenso comenzará a ser cada jornada que pase una realidad, complicando y mucho la viabilidad del proyecto.
Habrá que ver si los 300M€ que invierten en el mercado invernal son bien invertidos o la jugada le sale demasiado cara pensando en poder perder la categoría unos meses después.