Rafa Benítez no está pasando por su mejor momento como técnico y es que el Celta no termina de carburar, lo que se traduce en continuar en zona de descenso después de disputarse las primeras 15 jornadas.
Desde la directiva no pueden hacer nada y es que el contrato blindado del míster, impide darle salida salvo pago millonario en forma de finiquito. Por este motivo, sólo quedaría la opción de la dimisión.
El ex de Valencia, Liverpool o Real Madrid, entre otros, no descarta salir de Balaídos por su propia cuenta, pero aún no. Es decir, se dará al menos el mes de diciembre para intentar sumar algunos puntos y llegar al parón de Navidad fuera de la zona de peligro.
Quedan tres partidos, Rayo y Villarreal a domicilio, y Granada en casa, y es que de no conseguir sumar al menos 4 puntos, su idea es dejar paso a otro entrenador. Eso sí, si consigue el objetivo continuará hasta final de curso a excepción de que el Celta acepte abonar antes su finiquito.
El crédito con la directiva se le ha agotado al míster, que ahora solamente piensa en firmar un último mes de 2023 sin tocar la lona para mantener vivo el proyecto.