El Real Madrid tiene muchas dudas con respecto al próximo inquilino del banquillo y es que tras haber perdido la oportunidad de firmar a Pochettino y con Allegri descartado, Löw sería en estos momentos la única opción posible además de Raúl González.
En ambos casos, existen muchas dudas sobre si cualquiera de ellos podría sacar el máximo rendimiento al equipo. El alemán hace jugar a equipos sólidos y se enfrentaría a una renovación completa del plantel. En el caso del mítico 7, actualmente triunfando con el filial blanco, no se considera que esté aún capacitado para coger las riendas del banquillo.
Esta situación deja a Zidane como garantía, y es que sería el encargado de llevar a cabo la renovación planteada en su día, cuando retornó, y que nunca se pudo completar. La idea es que acabe su actual contrato, que expira el 30 de junio de 2022, por lo que seguiría al frente la próxima temporada pese a las dudas generadas por el francés con respecto al futuro.
Todo apunta a que el entrenador galo se hará con el puesto de Deschamps en 2022, y es que salvo decisiones extraordinarias, no habrá cambio en el banquillo de Francia hasta entonces. Florentino Pérez, muy a su pesar, dejaría un año más en el cargo a Zidane, que tendrá una nueva oportunidad de pelear por títulos antes de despedirse por segunda vez del equipo blanco.
Solamente un desastre de final de temporada, obligaría a la dirección del Real Madrid a dar salida al técnico, pero ahora mismo y con opciones de disputar dos títulos, está es la situación real.