El culebrón de Xavi Hernández y su cambio de rumbo con el Barcelona, después de anunciar hace meses su salida, tras perder todos los títulos apostó por continuar contra todo pronóstico, podría no haber presentado su capítulo final.
Las últimas informaciones publicadas al respecto de Laporta y Deco criticando el juego de los azulgranas, y manifestando según testigos su rechazo a que siga Xavi al frente del banquillo, han caído como un jarro de agua fría en el míster de Terrassa.
Según la última información que manejamos, Xavi no tiene nada clara su continuidad y eso eso que ni siquiera ha finalizado la presente temporada. Si no fuera porque el Barcelona no puede pagarle el finiquito, no habría opción para que diera marcha atrás con su decisión como ha ocurrido. Las últimas declaraciones del entrenador son una muestra pública de su enfado. Todo cerca de saltar por los aires.
El problema es que el técnico sabe que al primer fallo, ya sea en la pretemporada o iniciada la nueva campaña le darán la patada, y eso es algo que tiene que meditar, puesto que podría tomarse un descanso y coger un proyecto más atractivo para continuar con su carrera en los banquillos de decir adiós al término de la temporada.
Laporta lo quiere fuera y medita echarlo, Xavi juega sus cartas pero también valora una salida. Suena todo a ridículo mayúsculo y vacante en en el banquillo azulgrana.