El FC Barcelona toma decisiones difíciles de entender en ocasiones y una de ellas sería la que vamos a tratar de desglosar en las próximas líneas. Ante la opción de poder sumar a Xavi Simons, futbolista criado en la cantera azulgrana y que está muriendo de ganas de volver a la Ciudad Condal, el director deportivo del club, Deco, anteponiendo un criterio meramente deportivo e incluso de política de club, como ayer alardeaba Laporta en su última entrevista, ha decidido declinar el fichaje del centrocampista ofensivo para negociar directamente la continuidad de Joao Félix.
Aquí entran muchos factores, la amistad del presidente culé con Jorge Mendes, que llega al propio futbolista, más un acuerdo extraño con el Atlético de Madrid, que en este caso resultaría el más favorecido.
Y es que la nueva cesión del portugués, a la que en un principio era reacio el Atlético, conllevaría una opción de compra obligatoria para el próximo verano de casi 50M€. Una operación favorables para los intereses colchoneros, pero no tanto para la escuadra azulgrana, que fuerza por retener a un futbolista que apenas ha aportado, más que en momentos puntuales, y que ni siquiera era titular para Xavi, por el que además se obliga a pagar una elevada suma a un año vista.
Sin duda, decisiones de la secretaría técnica en la que influyen más temas como «favores» que una mera cuestión táctica. Xavi Simons ya valora otras opciones para desvincularse del PSG, con el que tiene contrato hasta 2027.