El FC Barcelona sigue sin encontrar ningún tipo de estabilidad y es que más allá del apartado económico y el deportivo, tampoco queda todo tranquilo en el organigrama. Xavi confirmó hace meses que se iría a final de temporada, pero ahora ha reculado de dicha idea.
Aunque desde el club se transmitía hasta el pasado fin de semana un mensaje de continuidad, lo cierto es que Laporta tiene serias dudas con el míster azulgrana, y es que el presidente azulgrana preferiría una alternativa para el banquillo, para devolver ilusión al barcelonismo.
Con Flick a disgusto, como ya adelantamos ayer, y con Márquez como la apuesta personal de Deco, ahora mismo solamente algunos directivos, como Yuste, apoyarían la continuidad de Xavi, y es que ni el presidente ni el director deportivo confían en que el de Terrassa pueda revertir la actual situación.
Cuanto menos curiosa la historia de Xavi en el Barcelona. Aterrizó para formar una revolución, logró un título de LaLiga el pasado curso, después afirma que se quiere ir, y tras un año en blanco y nefasto en lo deportivo, ahora cambia de idea y desea continuar. El problema es que nunca fue el preferido de Laporta y eso en esta ocasión podría costarle la salida por la puerta de atrás.