La Juventus de Turín hace tiempo que ya no es lo mismo, durante las últimas temporadas el elenco italiano ha bajado su rendimiento. Los problemas en los despachos se han extrapolado a los problemas en el campo, y por consiguiente a los resultados deportivos. Este año consiguieron clasificarse para la Champions, pero con el nuevo formato y el grupo que le ha tocado tendrá que trabajar para estar en la siguiente ronda.
Los Bianconeri han tenido una fuga de estrellas estos últimos años, jugadores talentosos se han marchado y los veteranos han llegado a su límite, esta situación se junta con el bajón de nivel que ha tenido la Serie A en general, para los jugadores hay ligas mucho más atractivas y la liga italiana no es un buen escaparate. Thiago Motta ha llegado para tratar de corregir la situación, y lo primero que ha hecho ha sido sacar al mejor jugador de la Juve en las últimas temporadas, Federico Chiesa.
Tiene en la plantilla jugadores de nivel medio y jóvenes, su propósito es trabajar con estos futbolistas y y sacar su mejor versión. El único efectivo que tiene en la plantilla con más nombre es Vlahovic, sin lugar a dudas el ariete será el faro de este equipo durante la temporada.