Con Marcos Llorente en su versión prime y actuando como carrilero diestro, las opciones de jugar de Nahuel Molina se vuelven casi remotas.
Esto supone un hándicap importante y es que aunque hay que darle minutos para mantenerlo competitivo, el argentino es desde hace meses una pieza intrascendente para Diego Pablo Simeone. Esto le coloca el cartel de transferible y pasa a ser el primero de la lista de salidas para el mercado de invierno.
Aunque para muchos dentro del club rojiblanco ha sido un error no proceder con su venta este pasado verano, se confía en poder sacar una buena rentabilidad con la salida del lateral.
CAMPEÓN DEL MUNDO VENIDO A MENOS
Y es que Nahuel Molina aterrizó en el Atlético con muchas dudas procedente del Udinese, es más, en sus primeros compases apenas convenció al Cholo, pero fue en el Mundial y tras hacer un brillante papel con la que sería la selección campeona en Qatar 2022, Argentina, el carrilero se vino arriba. Volvió con los rojiblancos para terminar la temporada por todo lo alto. Pero el curso pasado volvió a la irregularidad y le acabó costando su salida del once titular del Atlético. Este inicio de curso más de lo mismo. Ante el Leipzig sumó minutos pero su rendimiento dejó mucho que desear con centros muy fuertes y sin sentido, además de dejar muchos huecos al rival por su banda.
Enero es la fecha tope que se ha puesto el Atlético para proceder con su salida y es que ya se está buscando nuevo lateral diestro para liberar a Llorente.