Robert Moreno tuvo el momento álgido de su carrera cuando le tocó hacerse cargo de la Selección Española durante la baja de Luis Enrique durante algunos meses. El que fuera el segundo del asturiano no llevó nada bien ser el protagonista y volver a su anterior puesto, por lo que dejó La Roja a la vuelta del que por entonces era su “jefe”.
Tras sentirse realmente capacitado para llevar las riendas de cualquier equipo y después de aprovechar el escaparate de la Selección, el técnico encontró en diciembre de 2019 una gran oportunidad para relanzar su carrera de las manos del AS Mónaco. Dirigió al equipo 13 partidos antes de salir sin pena ni gloria al finalizar el curso.
Un año después la fortuna volvió a llamar a su puerta, en esta ocasión para unirse al Granada. Comenzó el proyecto de la temporada 21/22, pero allá por el mes de marzo fue cesado tras un mal rendimiento del plantel.
Volvería a estar año y medio sin entrenar, hasta que el Sochi, un equipo ruso con gran potencial económico, le firmó el pasado diciembre. Después de muchas dudas y un rendimiento muy pobre, el club confirmó hace unos días su descenso tras cinco temporadas en la élite. Si bien no es culpa únicamente del preparador español, lo cierto es que no está consiguiendo exponer su plan sobre la pizarra. Su balance en su actual equipo es de dos victorias, seis empates y tres derrotas en 11 partidos, que posiblemente le cuesten el puesto.