El internacional inglés llegó a darle el visto bueno a su llegada a Barcelona, pero terminó echándose para atrás por miedo a no adaptarse a España. El jueves, Rashford y FC Barcelona se enfrentan en la Europa League.
Marcus Rashford es el “niño bonito” del Manchester United. Lleva toda su carrera siendo un “red devil”, son ya 8 temporadas al máximo nivel en las que ha disputado 337 partidos, logrando anotar 114 goles y dar 50 asistencias. Salvando las distancias, Rashford para el Manchester es como fue Messi para el Barcelona.
Pero la historia de Marcus con el club de su vida pudo ser otra muy distinta. En 2019 el Fútbol Club Barcelona intentó el fichaje del extremo inglés, incluso llegó a reunirse en varias ocasiones en la Ciudad Condal con el entorno y agentes del jugador. Una vez consiguió el “ok” de su gente, el Barsa se puso manos a la obra para cerrar el fichaje del internacional inglés, pero cuando todo estaba listo para que Rashford fuera nuevo jugador blaugrana, el delantero descartó su salida. Por aquel entonces tan solo era un crío de 21 años y el miedo a no estar tomando la decisión correcta truncó su fichaje por el Barcelona.
Son pocos los jugadores británicos que se atreven a recalar en la liga española y, si lo hacen, no terminan de adaptarse, como en los casos de Gareth Bale o Trippier. Finalmente, el 1 de julio de 2019 Rashford firmó un nuevo contrato hasta 2023 con opción a un año más con el Manchester United, acabando así con el sueño de los blaugrana.
El jueves 16 de febrero sus caminos se vuelven a juntar para enfrentarse en las rondas eliminatorias de la UEFA Europa League.