El futuro de Rubén Baraja se decidirá en las dos próximas semanas. El Valencia se las verá con tres rivales directos por la permanencia, y de no conseguir pleno de triunfos y salir del descenso, el míster será destituido.
Aunque es cierto que Lim quiere ahorrarse el despido del míster, de cosechar malos resultados en los tres próximos partidos no le quedará otra que pagarle los 5M€ que le corresponden como finiquito. Salvo que Baraja quisiera hacerle un favor presentando la dimisión previamente.
Sea como sea, el adiós del Pipo está ya sobre la mesa y parece inevitable de cara al parón de Navidad, por lo que toca buscarle un recambio de garantías.
QUIQUE SÁNCHEZ FLORES, UNA OPCIÓN DE GARANTÍAS
Como ya informamos hace unos meses, la opción elegida es Quique Sánchez Flores, y es que el madrileño se encuentra sin equipo desde que saliese del Sevilla. Conoce sobradamente el club, en el que jugó y también entrenó, por lo que es la opción que más garantías ofrece.
La elección está tomada y es que sabemos de una reunión entre el entorno de Lim y el preparador madrileño para cerrar el trato. Será durante el parón cuando asuma el cargo si Baraja no logra remitir la actual situación, algo que ocurriría de firmar pleno de victorias desde ahora hasta final de año, algo realmente insólito teniendo en cuenta los 10 puntos que tiene el equipo y los 9 que podría sumar de firmar dicho milagro en sólo 3 encuentros.