El club parisino cayó en el Parque de los Príncipes por 0-1 ante el Bayern en la ida de los octavos de final de la Champions League.
Se aproxima otro fracaso del Paris Saint Germain en Champions. Messi, Neymar y un rato de Mbappé no fueron suficientes para acabar con un Bayern que es mucho más que jugadores individuales, es un equipo. Precisamente eso es lo que no parece ser el PSG, con jugadores que juegan cada uno por su cuenta es difícil batir a clubes tan grandes históricamente como el Bayern de Múnich o, el año pasado, el Real Madrid.
La plantilla más cara y lujosa de la historia del fútbol está cerca de firmar otra caída estrepitosa, deberán remontar un 0-1 en un Allianz Arena que estará a rebosar en la vuelta, por lo que no será una tarea fácil ni mucho menos. Al Bayern solo le han remontado una eliminatoria que empezó ganando en la historia y el PSG nunca ha conseguido dar la vuelta a un resultado adverso en Champions League. Si el fútbol fuera estadística, sería misión imposible, pero con jugadores como Mbappé, que ayer en 20 minutos revolucionó el ataque él solo, todo es posible.
Ayer, de nuevo, el fútbol volvió a mostrar que el talonario no es suficiente para conseguir el éxito, que un grupo de estrellas individuales siempre será inferior a un grupo de grandes jugadores que juegan como un equipo. El PSG está en una crisis evidente, eliminados de la Copa de Francia, derrota ante el Mónaco por 3-1 en liga y situación delicada en la Champions tras la derrota de ayer ante los alemanes, todo esto en una semana. Un equipo construido para ganarlo todo es incapaz siquiera de ganar un partido con solvencia. Galtier debe dar la vuelta a la situación si no quiere ser el que esté a los mandos de un proyecto que se va a pique.
Miles de millones de euros invertidos con un solo objetivo, alzar «La orejona», y aunque estuvieron cerca llegando a la final en el 2020, los otros años lo normal es verlos caer en la primera fase de las eliminatorias. Con la renovación de Mbappé y la llegada de jugadores como Vitinha, Renato o Fabián, parecía que el club parisino había encontrado la fórmula, pero la realidad parece ser otra muy distinta. Van a peor. Y más desastroso puede acabar si no consiguen la renovación de Messi o, quién sabe, Mbappé pone rumbo al Real Madrid.