Mientras que con Piqué no habría problema alguno para cerrar un nuevo contrato previa rescisión del anterior y reducir drásticamente su salario, no sería igual de sencillo con Sergio Busquets.
Hay que ser justos y decir que nada tiene que ver con el futbolista, y es que el centrocampista está facilitando las cosas para que haya pronto un trato óptimo para todas las partes, pero la realidad es que sus agentes han tirado por tierra la primera propuesta presentada por Laporta.
Desde el entorno del futbolista consideran que la oferta presentada, por una temporada más, hasta 2024, y con opción de rescisión a verano de 2023 se considera que está cogida con pinzas y que no pasará el filtro de Fair Play Financiero de LaLiga. Con esta “renovación”, la intención del Barcelona era la de diferir el salario del jugador en dos temporadas en lugar de tener que abonarlo en uno solo, pero no convence al agente y abogados del internacional español.
Los servicios jurídicos del Barcelona en común con el futbolista azulgrana trabajan a contrarreloj para buscar otra fórmula y es que está en juego poder inscribir a los fichajes y renovados, así como poder sumar al menos dos futbolistas más.