El FC Barcelona entiende y asume los tiempos que toca vivir. Aunque después de Messi se pensaban que la cosa sería de otra forma, nada más lejos de la realidad. Se enfrentan a un ciclo de incertidumbre y en el que habrá que renovar drásticamente la plantilla.
Aunque son varios los jugadores que han llegado este verano, Eric García, Memphis, Agüero, De Jong, la realidad es que se necesita reforzar y mucho la zaga donde algunos futbolista ya han sido señalados por la dirección deportiva como transferibles.
Este sería el caso de dos de los veteranos, Gerard Piqué y Jordi Alba, que siguen siendo fijos en el once, pero a los que le notan los años y las temporadas ofreciendo un altísimo rendimiento en la élite. Ambos han accedido a rebajar sus salarios pero parece que no será suficiente para garantizar su continuidad, lo mismo que ocurre con Sergi Roberto.
Se trata de futbolistas con fichas elevadas y que como los dos primeros, avanzan hacia la recta final de sus carreras, mientras que en el caso del canterano, serviría para hacer caja.
No se descarta que tanto Alba como Sergi Roberto puedan salir a mitad de curso, si llegan ofertas interesantes. En el caso de Piqué, se esperaría hasta final de año antes de comunicarle que busque nuevo destino.