Paul Pogba llegó a la Juventus de Turín en el año 2012. En el club italiano, el jugador francés demostró ser un jugador especial y con un talento descomunal. Fue uno de los primeros ejemplos del centrocampista moderno, fuerte, ágil y con buen toque de balón.
El jugador de la Juve fue acusado de dopaje, y ayer se confirmó su positivo en sustancias donantes. Su castigo será de cuatro años sin poder jugar, que podrían reducirse a dos si consigue demostrar que consumió las sustancias de forma involuntaria.
Lo más probable es que Pogba acabe cumpliendo los cuatro años de suspensión, lo que sería el final de su carrera. Volvería a poder jugar con 36 años y sin muchas opciones de encontrar equipo. La Juventus le ha suspendido de sueldo y acabarán rescindiendo su contrato. El jugador, también ha sido vetado de los entrenamientos del equipo y tiene prohibido tener contacto con cualquier miembro del club.
Tras dos temporadas sin poder jugar al fútbol por lesiones, lo más seguro es que Pogba ponga fin a su etapa como futbolista. Esta temporada parecía que podría volver a brillar y demostrar el jugador que es. Su final como futbolista puede ser muy trágico, de confirmarse su sanción, y se le recordará más por lo que pudo ser que por lo que fue.