Marcelino García Toral tenía claro que una vez se confirmase el adiós de Luis Enrique como seleccionador español, el puesto sería suyo. Aunque el agente del técnico asturiano lo ofreció en la Real Federación Española de Fútbol, desde Las Rozas nunca se le dio una respuesta afirmativa a dicho ofrecimiento. Simplemente se le atendió correctamente, incluyéndolo en el abanico de posibilidades para el banquillo de La Roja.
El asturiano, que precisamente había rechazado hasta dos ofertas de equipos top para esperar a La Roja, pese a que desde la RFEF le instaron a lo contrario al no tener clara la decisión sobre su fichaje, está realmente tocado después que Luis de la Fuente haya sido la opción elegida, pero lo cierto es que nunca hubo ningún trato ni tan siquiera una negociación, más que la ilusión del asturiano por coger las riendas del combinado nacional.
El futuro del ex de Villarreal y Valencia es incierto, lo que está claro es que opciones no le faltarán para volver pronto a los banquillos. Además de las ofertas desconocidas de equipos punteros, sabemos que Monchi lo llamó como recambio de Lopetegui y que volvería a por él si cae Sampaoli, algo que no es de extrañar tal y como están las cosas actualmente. También le queda al míster la opción del submarino. Setién está en el alambre y si hay que darle salida, se habla de que no seguirá más de verano, es mejor apostar por alguien conocido.
Una vez se esfumó el sueño de ser seleccionador, Marcelino pone de nuevo los pies en la tierra y espera la mejor de las oportunidades para volver a entrenar en Primera División.