El PSG y el Chelsea se han visto envueltos en muchas polémicas por sus movimientos este verano con Catar y Arabia Saudí. Tamin bin Hamad Al-Thani, el emir de Catar, es el dueño principal del PSG, mientras que el Chelsea tiene un 60% de su propiedad en manos del Fondo Inversor Árabe (PIF).
El Chelsea ha traspasado a tres de sus jugadores con más nombre a la liga de Arabia Saudí. Kanté, Mendy y Koulibaly han sido los jugadores enviados a Arabia para hacer caja. El club londinense ha gastado mucho dinero en fichajes y estas salidas han ayudado a cumplir con el fair play financiero.
Por su parte, el PSG tiene como accionista principal a un fondo de inversión catarí, cuyo dueño es el emir de Catar. Son 5 los jugadores que el club parisino ha mandado a la liga de Qatar, por un valor de 85 millones de euros en total. Entre estos jugadores se encuentran Verrati y Draxler, jugadores con recorrido europeo.
Ambos equipos han solucionado sus problemas con el fair play financiero a base de mandar jugadores a equipos que pertenecen a sus propietarios, es decir, se han cambiado jugadores como el que se cambia cromos en el patio del colegio. La UEFA podría congelar estas operaciones, sobre todo las del PSG, y que ese dinero no llegue a los clubes, y también podrían enfrentarse a una sanción.