El Real Madrid sabe que es prioritario sumar un nuevo central a la plantilla. Con Alaba prácticamente retirado y pensando que Vallejo está ante su última temporada, toca desde hace semanas buscar un nuevo zaguero para acompañar a Militao y Rüdiger.
El problema es que el alemán, que acaba contrato en verano de 2026, valoraría poner rumbo a Arabia Saudí el próximo verano. El motivo es la alta exigencia del club blanco, que le está repercutiendo a nivel físico, y el millonario contrato que tiene sobre la mesa.
Después de haber ganado la Champions con la escuadra merengue, el futbolista germano, ex del Chelsea, no tiene la misma ambición que cuando aterrizó en el Bernabéu en verano de 2022, y tras conseguir dicho título también con los blues.
Si a esto le sumamos sus creencias religiosas, la ecuación da un adiós inesperado y un problema para el club de Chamartín, que aunque ingresará una buena suma y se ahorrará un importante salario, deberá reforzar aún más la línea central de la zaga y en este caso, perdiendo a uno de los titulares indiscutibles.
Aunque el futbolista rechazó Arabia hace unos meses, la situación ha cambiado y su entorno nos confirma que hay muchas opciones de cambiar de aires en verano de 2025.
El Al Ittihad y el Al Nassr serían dos de los clubes que pelearán por su fichaje.