Isco Alarcón decidió fichar por el Sevilla, anteponiendo la oferta a la del Betis, única y exclusivamente por la insistencia de Julen Lopetegui, técnico que apostó por él tanto en el Real Madrid como en la Selección Española. Con el adiós del míster, el futuro del de Benalmádena es una incógnita y es que el jugador no es del gusto de Sampaoli.
Ante este cambio en el banquillo, Isco y su entorno temen que el futbolista pueda volver al banquillo y tener poca participación, y es que ahora mismo no está nada clara su continuidad más allá de esta temporada en el club de Nervión. Recordemos que tiene una de las fichas más elevadas de la plantilla y que si Sampaoli no lo incluye en su proyecto, su salida es obligada.
El problema para el jugador es que se ha cerrado otras puertas en su apuesta por el Sevilla, y sin una mejora evidente en su rendimiento, la situación es más compleja, tanto para el equipo hispalense con el que tiene contrato hasta 2024, como para él, ya que para firmarlo habría que pagar por su traspaso.