Zlatan Ibrahimovic trabaja a contrarreloj para volver a estar disponible con el AC Milán lo antes posible. El futbolista presenta una dolencia en el tendón de Aquiles que le ha obligado a parar, aunque podría estar de vuelta para el choque ante el Hellas del próximo 16 de octubre.
A sus 39 años, cumplirá 40 en unos días, su intención inicial sería prolongar aún más su carrera y sobre todo su estancia en el club rossonero. El actual contrato del sueco termina el próximo verano, pero su idea según ha confirmado a su entorno y a sus compañeros, sería extender su vínculo si es posible hasta verano de 2023, cuando decidiría colgar las botas de manera definitiva.
Es decir, aún queda Zlatan para rato, y es que salvo la lesión, el jugador está ofreciendo un altísimo rendimiento en su regreso a Milán después de brillar anteriormente y tras despuntar en la MLS. Mino Raiola ya tiene clara la idea del delantero, y de cara al mes de diciembre, aprovechando otras reuniones con el club por otros jugadores, iniciará conversaciones para extender por un año más el vínculo del ariete. Eso sí, el futbolista deberá verse respaldado por su físico, de lo contrario el Milán no arriesgará lo más mínimo.