Gnabry es uno de los objetivos que se ha marcado el Tottenham para reforzar la delantera este verano. Conte no quiere que se repitan los errores del pasado y está exigiendo a la dirección deportiva la llegada de refuerzos con los que subir el nivel de la plantilla.
Por su parte el internacional alemán termina contrato con el Bayern de Múnich en 2023 y hasta la fecha se ha negado a renovar su contrato, algo que lo convierten en uno de los activos más atractivos que ofrece el mercado.
Real Madrid, Manchester United y PSG ya han mostrado interés en hacerse con el extremo y ahora serían los Spurs los últimos en sumarse a la puja.
Desde Múnich saben que de no renovar se verán abocados a traspasarlo este verano, tasando en estos momentos la operación en 70M€.