Gennaro Gattuso no es un técnico al uso y es que aunque es un perfil ideal para poner en orden un vestuario y sacar el máximo rendimiento de la plantilla, también es una bomba que puede estallar en cualquier momento.
El Valencia con Peter Lim a los mandos no dudó en cargarse a Bordalás y apostar por el técnico italiano, pero lo cierto es que ahora mismo nada de lo prometido al ex de Nápoles o Milán se está cumpliendo, y esto puede ser un gran problema.
Gattuso aterrizó en Mestalla con una idea clara y un proyecto en el que si salía un jugador se supliría su marcha con otro de idéntica calidad. Hasta la fecha no ha habido bajas, pero Soler, Guedes y Guillamón apuntan a salir. El problema es que no hay previsto recambios a corto plazo cuando resta poco más de un mes para empezar la temporada.
El entrenador ha exigido al club cumplir las promesas y es que sobrevuela por el ambiente la amenaza de que pudiera marcharse y presentar su dimisión antes de arrancar la temporada, siempre y cuando no cumpla la directiva con su parte del trato.