Ganar una Europa League con el Villarreal y que además sea el primer título del club en su historia te da un crédito importante a la hora de valorar tu cese, pero dicho crédito no es infinito.
Esto es lo que está pasando por la cabeza de Fernando Roig y la directiva del club castellonense, que aunque sumamente agradecidos por el trabajo de Emery con el equipo, no termina de encontrar la tecla para obtener el rendimiento esperado en LaLiga.
Ahora mismo y tras la derrota ante el Sevilla, el Villarreal es duodécimo a tan solo 4 puntos del descenso. Solo han podido sumar 5 de los últimos 24 puntos, números que ponen al técnico media soga al cuello, y es que aunque tiene margen de error, estaríamos hablando de un mes a lo sumo para relanzar al equipo.
El Villarreal entiende que de no poder Emery hacerse con la gestión y revertir dicha situación, tocaría cambiar de entrenador a lo largo de enero, para al menos tener el nuevo míster seis meses por delante para intentar cumplir los objetivos para este curso, que no son la salvación ni quedar en mitad de tabla, si no acabar en puestos mínimo de Europa League.
Veremos si haber rechazado al Newcastle no le cuesta caro al míster de Hondarribia, que podría terminar el curso en el paro y sin un proyecto a futuro sobre la mesa de no encauzar la situación con la entidad amarilla.