Una de las operaciones que tiene bastante claras el Valencia CF es la venta de uno de los futbolistas que peor rendimiento ha dado en la plantilla desde su fichaje.
Se trata de Maxi Gómez, al que firmaron por 25M€ procedente del Celta de Vigo como apuesta fuerte para convertirse en el referente ofensivo pero que salió rana. El charrúa ha ido de más a menos hasta convertirse en un jugador totalmente prescindible.
Bordalás lo quiere fuera desde el pasado enero y el club de la capital del Turia confía en sacar una cifra cercana a los 18M€ con su traspaso este próximo verano. El dinero de la venta iría destinado a reforzar el equipo, tanto en ataque como en la medular.
Ahora mismo, la primera operación que se llevará a cabo una vez finalice la temporada es el adiós del uruguayo, y es que de su venta depende gran parte de la planificación del mercado. Desde hace meses se están escuchando ofertas y aunque el futbolista estuvo cerca de salir en el mercado de invierno, prefirió esperar unos meses para encontrar un mejor destino. Inglaterra e Italia apuntan a su próximo destino.