Saúl Coco es sin duda uno de los centrales más en forma de toda Segunda División y gran culpable de la seguridad defensiva que están mostrando los amarillos este curso. La dirección deportiva viendo el rendimiento que dio al final del pasado curso se apresuró en renovarlo pero no quita que puede abandonar la isla en calidad de traspasado.
Por su parte el Sevilla ha tenido como talón de Aquiles esta temporada su fragilidad defensiva algo que está llevando a la dirección hispalense a buscar nuevos mimbres para el año que viene.
Este fin de semana un par de ojeadores andaluces ya observaron de cerca las evoluciones del central en el partido que disputó Las Palmas frente al Lugo y los informes recabados no han hecho otra cosa que acentuar este interés.
El internacional por Guinea Ecuatorial es un central espigado, rápido y con un gran despliegue físico cualidades que encajan con lo que busca la dirección deportiva. Además a sus 23 años todavía tiene mucho margen de mejora algo que siempre han valorado desde Sevilla de cara a una futura venta.
En cualquier caso no será una operación y es que con contrato en vigor hasta junio de 2025 no parece que los canarios vayan a abrile la puerta a no ser que reciban una propuesta irrechazable. Además a esto habría que unirle que las relaciones entre los dos clubes no son las mejores desde el Caso Vitolo por lo que habrá que esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos.