José Mourinho sigue pensando que aún puede sacar la mejor versión de Gareth Bale, al que ya intentó firmar para el Manchester United, por lo que ha insistido a Daniel Levy para que negocie su fichaje con el Real Madrid.
El galés no cuenta para Zidane ni se le espera, y ante la imposibilidad de llegar a un trato para su salida, el club de Chamartín trabaja en una nueva opción, la cesión del extremo.
La idea es dejarlo a préstamo durante los dos próximos años y compartir la ficha del galés o al menos pagar solamente una parte, hasta que acabe su vinculación con el club en verano de 2022.
Para el Tottenham es una opción asequible, se harán cargo de prácticamente todo el salario del expreso de Cardiff y no tendrán que pagar nada, o casi nada, por el traspaso.
El Real Madrid no ve otra solución posible y ante la pasividad del jugador, no queda otra opción. Mourinho ha telefoneado a Bale y le ha transmitido su deseo de contar con él, por lo que antes de terminar agosto podría completarse una de las salidas más controvertidas que se recuerdan en el conjunto blanco.