Pese a las influencias del entorno de Sergio Ramos para presionar al Real Madrid y que proponga una nueva oferta a Sergio Ramos, la realidad en estos momentos es que no habrá otra propuesta que no sea la presentada al futbolista hace meses.
Florentino Pérez y su directiva consideran justo haber aceptado los dos años más que pedía el central, pero con una rebaja salarial, y salvo sorpresa, no se piensan mover de ahí. El problema es que tanto el jugador como sus más allegados, consideran que no se está valorando el peso del capitán y su influencia en el equipo, por lo que consideran una ofensa que a día 4 de enero no esté firmada su renovación.
La situación actual requiere de situaciones extraordinarias y rara vez el Real Madrid cede a “chantajes” de representantes o jugadores, por lo que a Ramos solo le queda aceptar la oferta si es verdad que quiere continuar o de lo contrario, deberá pensar en buscar un nuevo destino que le ofrezca lo mismo que le ofrece actualmente el Real Madrid.
Analizando el proceso de la renovación, el primer punto en contra fue la duración, ya que el de Camas consideraba que una temporada solo era una ofensa. Se aceptaron dos cursos más. Ahora el problema es el salario, y es que no considera suficiente seguir cobrando la misma ficha con 35 años y aceptar una rebaja salarial que deberán asumir todos los jugadores de la plantilla. Difícil solución salvo que el central diga sí a la oferta que tiene sobre la mesa para ampliar contrato y es que el Real Madrid no cambiará de idea.
El PSG y el Inter de Miami están atentos por si pueden aprovecharse de esta situación, y es que el último jugador que pidió mejoras y forzó su renovación acabó saliendo rumbo a la Juventus previo pago de 100M€, fue Cristiano Ronaldo.