La actitud del brasileño y el bajón en su rendimiento han sido claves para la decisión
Neymar está viviendo sus momentos más tensos desde que fichó por el club francés. El brasileño está en el ojo del huracán y desde la dirigencia parisina, tienen pensado venderle en el próximo mercado estival.
Sus actitudes han despertado discrepancia dentro del club tras sus encontronazos con Luis Campos y algunos compañeros suyos, esto sumado a una carencia de rendimiento, ha suscitado que la voluntad por deshacerse de él se vea potenciada.
El carioca renovó con la entidad parisina hasta 2027 y no contempla ahora mismo una salida. El Chelsea se ha mostrado interesado en hacerse con sus servicios, sin embargo, su contrato de 36 millones netos, dificulta esta operación.
Las críticas hacia el delantero están fomentando la intención por deshacerse de él pero no será tarea fácil, dado el aspecto económico y la intención opuesta del jugador.