El Barcelona se las prometía muy felices cuando decidió ceder a Griezmann al Atlético de Madrid con una opción de compra no obligatoria. Todo apuntaba a que los rojiblancos se quedarían sin problema en propiedad con el francés, pero nada más lejos de la realidad.
Después de no convencer con su rendimiento el pasado curso e intentar colocarlo este verano, el Atlético tiene claro querer deshacerse del internacional con Francia y su plan está saliendo a la perfección. Para evitar tener que comprar al delantero, los rojiblancos, especialmente el Cholo tienen clara su hoja de ruta, que pasa por no darle más de 30 minutos en cada partido al futbolista. De ser así no se cumpliría la cláusula de minutos disputados que obligaría a hacerse con su fichaje.
Esta práctica, aunque moralmente cuestionable, no tiene fuga legal posible y es que el entrenador puede considerarlo un revulsivo para las segundas mitades. El gran problema para el Barcelona no es que el Atlético no lo fiche, es que el valor de mercado del futbolista está en caída libre y tras una temporada de este modo, tocará fondo. Lo que se traduciría en un traspaso a un bajo coste para los azulgranas, a los que es imposible ahora mismo recuperar al futbolista. Teniendo en cuenta que la ficha del francés es sumamente elevada, tampoco contará con demasiadas propuestas atractivas, lo que dificultará su adiós.
Problema a la vista con el que fuera fichaje estrella de Bartomeu para el Barcelona. Un jugador venido a menos por un cambio de destino innecesario y que todo el mundo presumía como un fracaso.