Lorenzo Insigne, capitán del Nápoles recibirá la mayor sanción puesta por el club, y es que podría tener que pagar 350.000 euros por haber sido el instigador del motín de los futbolistas al abandonar la concentración impuesta por Aurelio de Laurentiis.
Después de Allan, que tendrá que abonar 200.000 euros, el 50% del salario bruto mensual, el atacante será el siguiente en pasar por caja. Además, se ha decidido no proceder a su renovación, por lo que su salida en el mercado de invierno parece inevitable.
Pese a que el futbolista había valorado seguir en el club, después de esta multa y la ruptura de relaciones con la directiva, parece que el adiós de Insigne está visto para sentencia.