El Liverpool está buscando en el mercado europeo un “nueve” de garantías y tras realizar varios seguimientos, la dirección deportiva se ha centrado en Timo Werner.
El delantero del RB Leipzig es la opción más atractiva que maneja Klopp para mejorar su línea de ataque, y más pensando en las posibles salidas de Salah o Mané.
El futbolista de 23 años es una de las grandes promesas del fútbol europeo. Su cláusula de rescisión es de 60 millones de euros y tiene contrato hasta 2023, aunque su deseo sería el de firmar por un grande de Europa, algo que podría cumplirse si acepta llegar a Anfield.
El gran problema del Liverpool será el Chelsea, que también quiere a Werner y está dispuesto a ofrecerle un contrato mejor que los Reds.