Carlos Fernández aterrizó en Anoeta como uno de los grandes refuerzos ofensivos de los de Imanol, pero entonces cayó lesionado de gravedad perdiéndose la anterior campaña. En la pretemporada reapareció pero justo antes de comenzar la temporada una lesión el bíceps femoral de su pierna izquierda le mantiene el dique seco.
La evolución de su lesión es óptima, por lo que se espera que para la primera jornada de octubre ya esté listo para llevar el peso del ataque donostiarra. Con él y Sorloth, además de Karrikaburu, se esperará hasta el mercado de invierno, cuando ya se tiene previsto incorporar un delantero de primer nivel.
La baja de Sadiq ha sido un problema de los gordos y se espera poder solventar los próximos meses con lo que ya se tiene en casa. Mala suerte con los delanteros recién adquiridos del club donostiarra, y es que salvo Sorloth, todos parecen caer lesionados de gravedad según pisan el feudo realista.
El hecho de no acudir desesperados al mercado se debe al Mundial de Qatar, y es que entre el parón de selecciones y el inicio de la gran cita de este 2022, habrá poco más de un mes de competición, después nuevo parón y ya estará abierta la ventana de transferencias de invierno.