Si hay algo que cambió la pandemia, en el mundo del fútbol, fue el silencio atronador en los estadios, lo que nos permitió disfrutar de otros sonidos que jamás habíamos podido percibir.
Pero la falta de aficionados, los conocidos como ‘hinchas’ en Sudamérica, era algo que helaba el corazón. Ante esta ausencia pensé ¿de dónde salió el primer «hincha»?
Se puede considerar a Prudencio Miguel Reyes, el primer hincha de la historia, un utillero de Nacional de Montevideo. A parte de tener la ropa siempre impoluta, cosía e hinchaba los balones.
Esta tarea era conocida como «hinchapelotas». Nunca mejor dicho, ya que, no existían los infladores y tenía que hacerlo a pleno pulmón.
En un fútbol en el que la mayoría de los aficionados no animaban con demasiada pasión Prudencio destacaba en las gradas, recorría el campo desde el pitido inicial cantando y vitoreando a su equipo. De ahí que los aficionados dijesen: «allá viene ‘el hincha'». Tanta fue la repercusión que hasta un escritor le dedicó un poema.
La anécdota dice que el día antes de morir pidió a sus familiares que le hicieran socio de Peñarol, para q no muriese un hincha de Nacional. Por suerte hemos vuelto y los campos se han llenado otra del ruido, pasión y ganas como lo hacía el primer hincha.