Hay partidos y partidos. Situaciones y situaciones, pero lo que pasó en 1948 entre las selecciones de India y Francia, roza lo rocambolesco.
Las dos selecciones se enfrentaron en un partido por el torneo olímpico en Londres. India nunca había participado en una competición internacional y para sopresa de los asistentes presentó a un equipo donde sus jugadores iban descalzos. El partido no debió haberse disputado por este hecho pero el árbitro Gunnar Dahlner decidió que se jugara.
A pesar que todo el mundo pensó que este hecho iba a ser una clara desventaja o un peligro este hecho no perjudicó a los indios que estuvieron a punto de ganar el partido (acabó 2-1).
Y DESPUÉS AL MUNDIAL
Entusiasmado por su sorprendente actuación olímpica, la selección asiática se inscribió para participar en el Mundial de Brasil 1950. El sorteo lo ubicó en el grupo 3 junto a Suecia, Paraguay e Italia, pero como la FIFA, que había tomado nota de la irregularidad ocurrida en Inglaterra, se puso firme y prohibió a los indios actuar descalzos, a último momento el equipo decidió no viajar a Sudamérica.
Fieles a la cultura adquirida en las calles de Nueva Delhi y Bombay, los muchachos prefirieron quedarse en casa a que se pisotee su tradición.