El FC Barcelona se hizo a préstamo con Adama Traoré el pasado mercado de invierno con la intención de aprovecharse de la situación contractual de Francisco Trinçao con los Wolves, pero la jugada no ha salido como se esperaba.
Teniendo presente que el Wolverhampton tiene una opción de compra sobre el portugués de 30M€, Laporta y compañía decidieron sumar a Adama este enero pensando en que una operación reemplazaría a la otra, y así todos tan contentos, pero no contaba con que Bruno Lage no quiere al jugador azulgrana, al que ha relegado al banquillo.
Aunque la cesión era con opción de compra obligatoria, los Wolves pueden no ejercer dicha operación con un pago de penalización de 6M€, que en el caso de descontarlo de los 30 “kilos” que costaría el pase de Adama, le saldría a los azulgranas el fichaje del extremo por 24M€, a lo que habría que sumar que Trinçao volvería, por lo que o bien se quedaría en Can Barça o tocaría buscarle nuevo destino.
Contratiempo importante y es que ahora mismo la realidad, según hemos podido saber por fuentes próximas a la dirección deportiva azulgrana, es que el fichaje de Adama no está nada claro.