El FC Barcelona contaba con el interés del Aston Villa o bien para conseguir una buena suma con las ventas de Ronald Araujo o Jules Koundé, o bien para mantener la puja en cifras elevadas, pero los villanos no entrarán en esa batalla.
Según apuntan desde Inglaterra, tanto Unai Emery como Monchi, consideran que los precios de ambos futbolistas están inflados y no quieren favorecer una pelea entre varios clubes para que el club azulgrana saque el mayor rendimiento a dichos traspasos, por lo que ya valoran otras opciones para reforzar el centro de la zaga.
No sólo eso, si no que el equipo de la Premier League, tampoco cuenta con quedarse en propiedad con Clément Lenglet, que deberá regresar a Can Barça después de su cesión para intentar buscar nuevamente una salida. El francés no ha convencido y con contrato hasta 2026 con el Barcelona, se suma un nuevo problema para Deco.
Overbooking de jugadores en la zaga y sin demasiadas ofertas, o al menos que cumplan con las pretensiones económicas de Laporta y compañía para hacer caja o reinvertir en nuevas caras.