Didier Deschamps tenía bastante seguro continuar en el banquillo de Francia tras el Mundial, pero la imagen mostrada por el combinado galo desde la fase de grupos, siendo una selección predecible y a la que le ha costado un mundo resolver los partidos, sumado a una primera parte de la final ante Argentina totalmente desastrosa, deja muy tocado al técnico.
El seleccionador no consiguió que su equipo superara en el apartado táctico a los de Scaloni, que se pusieron 2-0 muy pronto en el marcador y eso influyó directamente en el resultado final. Y es que de no haber sido por Mbappé, que se empeñó en pelear por el Mundial hasta llevar el partido a los penaltis, el dibujo táctico de los Bleus era realmente asequible para Argentina.
A todo esto llamó la atención el estado físico de algunos futbolistas y los cambios realizados, como Dembélé antes del descanso. La Federación Francesa de Fútbol tiene claro que la opción de Zinedine Zidane es la que suena con más fuerza, pero tienen miedo de tomar una decisión en frio. Ahora mismo, hay un fuerte debate entre los directivos sobre la continuidad de Deschamps.
El ex del Real Madrid, está a la espera de la resolución y es que está convencido de coger el relevo de Deschamps.