En la rueda de prensa posterior a la final del Mundial 2022 —perdida ante Argentina en la tanda de penaltis— el seleccionador nacional de Francia, Didier Deschamps, expresó algunas de las razones por las que, para él, su equipo perdió el último partido de la competición. El técnico, además, supo hacer autocrítica sobre el nivel de los suyos sobre el césped.
“Obviamente, era un partido complicado contra un rival con mucha calidad y energía. No jugamos tan bien [en los primeros 60 minutos] por diferentes razones, ya que tuvimos que afrontar cosas difíciles en los últimos cuatro días, como enfermedades y problemas colectivos. A pesar de todo, supimos reaccionar en una situación muy complicada. Eso es lo que nos hace sentir algo peor, porque podríamos haberlo conseguido. Aguantamos hasta la prórroga y en el último minuto estuvimos a punto de ser campeones”, empezó diciendo el entrenador.
“No nos arrepentimos de nada, sólo tenemos que felicitar a Argentina, que tiene mucha calidad. No les quitamos nada. La derrota es algo cruel, porque estuvimos muy cerca de ganar el trofeo. No hay forma de explicarlo, pero hay algunas razones por las que no rendimos tan bien. Faltó energía, sobre todo en algunos jugadores clave, pero mejoramos con la llegada de algunos jugadores menos experimentados. Hicimos todo lo posible por intentar ganar, pero el sueño no se hizo realidad”, prosiguió el seleccionador.
Preguntado por la actuación del árbitro, Szymon Marciniak, en la final, Deschamps mostró su descontento pero evitó críticas más contundentes: “Tengo que ser muy prudente. La actuación fue la que fue y no voy a juzgarla. Podría haber sido peor, podría haber sido mejor, hay decisiones cuestionables como en cualquier partido. Hablé con un miembro del personal arbitral durante el partido y no voy a revelar lo que hablé”.