Matheus Cunha aterrizó este verano en el Atlético de Madrid procedente del Hertha de Berlín a cambio de 26M€ en una operación extraña.
El Atlético tenía atado a Rafa Mir, pero discrepancias de última hora por las exigencias del Wolverhampton, que exigia 15M€ dilapidaron el acuerdo, algo que aprovechó el Sevilla para llevarse al internacional español sub-21.
Simeone entonces apostó por Cunha, que venía despuntando en la Bundesliga, primero en el Leipzig y después con el conjunto berlinés, pagando una cifra mayor por su contratación que la del ex del Huesca. Algo difícilmente entendible.
Sea como sea, y al igual que ocurriera el pasado curso con la cesión de Moussa Dembélé, el brasileño cuenta con la confianza del Cholo, pero si al terminar la temporada su rendimiento no es el esperado y actualmente no lo es, Andrea Berta tiene decidido colocarlo en el mercado.
Aunque no será difícil recuperar dinero por el pase del ariete, se trata de un fichaje raro y que la dirección deportiva no termina de entender. Cunha juega poco y aún no se ha estrenado en Champions. Puede que su paso por la entidad colchonera sea efímero.