El caso de Yusuf Demir refleja claramente la situación dramática que está pasando el Barcelona y es que el jugador, que es una de las caras nuevas para este curso y sin suda uno de los mejores , podría no volver a jugar hasta febrero o marzo.
Cuando el club catalán procedió a su fichaje el pasado verano, para conseguir mejor precio, lo firmó para el filial, motivo por el cuál si el jugador disputaba 10 encuentros con el primer equipo, el Barcelona debería pagar al Rapid de Viena 10M€.
Actualmente Demir suma 9 partidos ya, por lo que si Xavi decide alinearlo solamente una vez más, el conjunto azulgrana deberá abonar dicha suma, algo que no se pretende realizar y más cuando ahora llega el mercado de invierno y hacen falta refuerzos.
La solución, la más lamentable, dejar sin jugar al futbolista hasta el próximo mes de febrero, una vez haya terminado el mercado de invierno, y asegurándose así el Barcelona de poder pagar dicha cifra a lo largo de 2022. Ganar tiempo lo llaman aunque sea a costa de cortar la proyección de uno de los talentos jóvenes más destacados de los últimos tiempos en Can Barça.
El problema es que ahora mismo ya se valora no solo que pare hasta febrero, sino devolverlo al filial hasta final de curso para evitar tener que pagar la cifra acordada con la entidad austriaca o incluso buscarle una salida a préstamo.