La lesión de Marc-André ter Stegen el pasado domingo ha puesto en funcionamiento las oficinas del F.C. Barcelona. Por un lado, parece que el club no cuenta con Iñaki Peña, que ya la temporada pasada tuvo que suplir al portero alemán por otra lesión en su rodilla. En concreto, en la campaña 23/24, el alicantino participó en 17 encuentros, encajó 32 goles y dejó la portería a cero en tres partidos. En total, el canterano culé ha disputado 23 partidos con el primer equipo, al tener en cuenta los minutos que disputó en la victoria por 1-5 contra el Villarreal. Por otro lado, la oficialidad de la rotura del tendón rotuliano de su rodilla derecha y el hecho de que el portero de Mönchengladbach pueda estar ocho meses de baja hace que el Barcelona se ponga manos a la obra para encontrar un sustituto.
En este caso, hay dos opciones. La primera, buscar un guardameta para ficharlo en enero y mientras seguir con Iñaki Peña. Y, la segunda, buscar un portero sin equipo y, así, no esperar al mercado invernal. Aquí aparece la opción Claudio Bravo.
Portero experimentado que conoce la casa
A pesar de que el chileno se retiró del fútbol profesional hace pocas semanas, parece que se lo ha pensado dos veces. “Si el Barça me llama, estaré preparado”, ha mencionado el que fue portero del conjunto blaugrana que ganó dos ligas, una Champions y tres Copas del Rey, entre otros títulos. Veteranía, conoce la casa y, encima, vendría a coste cero y de manera inmediata. Qué más se puede pedir.