Eduardo Camavinga está siguiendo la línea Mbappé pensando en un futuro lejos de Francia y es que al igual que su compañero de selección, ha decidido no renovar contrato con el Rennes.
El centrocampista sabe del interés del Real Madrid pero es consciente de las limitaciones del mercado por la crisis de la pandemia COVID 19, por lo que considera tras consultarlo con su entorno que lo mejor es no ampliar contrato para forzar así su salida este verano.
El Rennes está obligado a negociar y es que pensando en perder gratis al futbolista un año después, aceptaría su traspaso por 60M€, su actual valor de mercado, incluso por menos si la cantidad fija más variables alcanza dicha cifra.
En cualquier caso, el Rennes intentará una vez más convencer al pivote para renovar hasta 2025, duplicando su actual salario, aunque lo tendrá difícil y es que la apuesta del francés es la de jugar de blanco.