La selección española vivió una crisis a mediados de la década de 2010 cuando atravesaba una transición generacional, lo que explicó las malas actuaciones en la Copa Mundial de la FIFA 2014 y la Eurocopa 2016.
Sin embargo, España se recuperó rápidamente y tuvo un gran torneo en la Eurocopa 2020. El equipo continuó su crecimiento bajo la dirección del nuevo entrenador Luis de la Fuente a partir de 2023, ganando la Liga de Naciones de la UEFA 2022/23 y luego la Eurocopa 2024.
Este éxito ha sido posible gracias a que De la Fuente ha adaptado el estilo de juego de la nueva generación, cuyas características son muy diferentes a las de la España que dominó el mundo entre 2008 y 2012. La Roja es merecidamente considerada una de las mejores selecciones nacionales en la actualidad, algo que se puede ver en las cuotas de las páginas de apuestas deportivas.
Aunque la selección luce diferente a la de hace sólo 10 años, siempre es un placer verla jugar. Para desmenuzar mejor el tema y comparar el equipo de España de 2008 con el actual, este artículo destacará las diferencias en términos de filosofía y estilo de juego.
Eurocopa 2008: dominio tranquilo bajo Luis Aragonés
En 2008, bajo la dirección de Luis Aragonés, España era una de las selecciones más progresistas del mundo, ya que jugaba un fútbol basado en el dominio mediante la posesión, un estilo que empezaba a ser popular. Fue Pep Guardiola quien posteriormente lo desarrolló en el famoso estilo tiki-taka.
Durante ese torneo, La Roja tenía un estilo de juego centrado en la posesión, el control del balón y la generación de ocasiones de gol mediante pases rápidos e intrincados en las zonas avanzadas del campo.
La mayor parte de la campaña, Aragonés utilizó una formación poco común 4-4-2. El centro del campo era de Marcos Senna, encargado de la destrucción, y Xavi, el cerebro y metrónomo del mediocampo. En las bandas, el técnico utilizó a Andrés Iniesta y David Silva. No eran los típicos extremos rápidos que llevaban el balón hasta la línea de fondo para centrar, sino mediocampistas inteligentes con visión increíble. Al ponerlos en las bandas y darles libertad de movimiento, ambos podían buscar espacios libres para recibir el balón y generar peligro.
La dupla atacante estaba formada por David Villa y Fernando Torres, dos delanteros que se centraban en llevar el balón al fondo de la red. Sin embargo, Aragonés también les enseñó a trabajar incansablemente para el equipo y a crear oportunidades entre ellos. El plan funcionó perfectamente hasta que Villa sufrió una lesión desafortunada en las semifinales.
En resumen, España en 2008 era un equipo centrado en la posesión, los pases inteligentes y el movimiento razonable de cada jugador en el grupo ofensivo.
Eurocopa 2024: habilidad y destreza bajo De la Fuente
En 2024, España ya no insistía en controlar el juego mediante la posesión. El nuevo equipo creado por Luis de la Fuente estaba diseñado para aprovechar los perfiles de los jugadores que tenía en la plantilla. La Roja se convirtió en un equipo muy adaptable y flexible, que podía defender bien durante ciertos períodos para luego lanzar contragolpes letales por sus extremos.
El eje del equipo era Rodri, futuro Balón de Oro, quien equilibraba el juego y calmaba los partidos, siguiendo el legado de Marcos Senna y Sergio Busquets. Para aportar creatividad, De la Fuente confiaba principalmente en Pedri y Fabián Ruiz, aunque también tenía grandes opciones como Dani Olmo o Mikel Merino, dependiendo del escenario del partido.
La principal fuente de peligro de este equipo provenía de sus extremos, con Nico Williams y Lamine Yamal aterrorizando a las defensas contrarias durante todo el torneo. Corrían contragolpes, driblaban a los defensores, disparaban y asistían tanto como la situación lo permitiera. Y si uno tenía un partido tranquilo, el otro mostraba el doble de pasión y se desempeñaba a un nivel increíble. Ambos fueron justamente incluidos en el equipo del torneo al final.
El capitán, Álvaro Morata, terminó el torneo con un solo gol. Pero él no estaba allí para ser el máximo goleador, sino para ser el pegamento que mantenía unido el ataque, trabajando desinteresadamente en favor del equipo para crear espacios y ocasiones de gol.
Comparando esta España con la de 2008, la actual La Roja está más centrada en los rápidos ataques verticales sin olvidar sus capacidades creativas en el mediocampo. Si la España de 2008 era jazz, la de 2024 es rock and roll. Si la de 2008 era como el Barcelona, la de 2024 es como el Liverpool.