El Valencia CF se encuentra en graves problemas para iniciar la próxima temporada y es que salvo que regule su situación en los dos próximos meses, tiene hasta finales de agosto, su Fair Play Financiero se verá nuevamente castigado.
El 30 de junio se cumplía el plazo para obtener ingresos por ventas y así regular el balance de cuentas, pero la directiva ni está ni se le espera y además los jugadores del Valencia cotizan a la baja o están inmersos en operaciones muy lentas, como sería el caso de la venta de Soler al Barcelona o Guedes a la Roma.
Sin haber podido cerrar todavía ningún adiós, queda mucho trabajo por delante y es que al menos deberán ingresar en traspasos cerca de 70M€ para evitar ser penalizados.
La Roma no acepta pagar 40M€ por Guedes, por lo que tocará aceptar una oferta inferior, y el Barcelona no parece que vaya a pagar a tocateja el pase de Soler. Con esto, se está obligando al club de la capital del Turia a seguir liberando activos, como podrían ser Maxi, Gayá o Guillamón, antes de poder intentar tan siquiera firmar futbolistas, al menos para poder inscribirlos.