La marcha de Zidane no pilló a nadie por sorpresa, algo que si ocurrió con su carta de despedida dejando atónitos a los seguidores del Real Madrid, pero Florentino Pérez apenas dejó tiempo para el debate o la polémica y recurrió a un viejo conocido para hacer olvidar lo más rápido posible al técnico francés, y es que se cerró en menos de 48 horas el fichaje de Carlo Ancelotti.
El italiano fue el héroe de la Décima y con él en el banquillo se logró iniciar un ciclo triunfal que posteriormente heredaría el que fuera su segundo, Zizou, Después de una etapa frustrante en el Nápoles y peleando ahora en el Everton, Carletto no dudó cuando recibió la llamada del club de Chamartín para proceder con su retorno. Sorpresa sí, pero no tanto.
La opción de Ancelotti me parece un acierto de Florentino Pérez y la directiva del Real Madrid, y lo explico, ante una opción como Raúl aún por demostrar su valía y tras la espantada de Allegri, mejor apostar por alguien conocido que meterse en camisa de once varas con el PSG por Pochettino o traer a un Conte que podría dinamitar un vestuario tocado.
Uno de los puntos fuertes de Ancelotti es su trato con los futbolistas y la gestión de egos de las estrellas. A diferencia de su anterior paso por el Bernabéu, no tendrá que lidiar ni con Cristiano, pero tampoco con Ramos, lo que facilitará y mucho su trabajo. Eso sí, deberá hacer algo que Zidane no consiguió y es dar salida a los pesos pesados, justamente aquellos que eran sus intocables y que le llevaron a coronar Europa en el banquillo blanco.
Así pues, Marcelo, Isco y Bale, entre otros, deberán encontrar nuevo destino o en el peor de los casos, asumir un rol de descartes. Además, el italiano no podrá contar con su zaga titular y es que Ramos no continuará, al terminar contrato, y Varane tampoco, negociando su fichaje por el United.
Pese a todo, los planteamientos de Ancelotti calan en los jugadores, que ya no entendían el mensaje de Zidane. Toca resetear y comenzar de cero, pero sin duda, buen futuro para el Real Madrid con un gestor de vestuarios de los mejores para liderar el cambio generacional de la plantilla blanca. Ancelotti arranca su segunda etapa en la escuadra merengue con una difícil misión pero para la que está sobradamente cualificado.