Rubén Baraja estuvo cerca este curso de obrar el milagro y devolver al equipo a Europa tras varios años merodeando por la zona baja de la tabla, pero después de una primera mitad de campaña con una nota de sobresaliente, el final de temporada del equipo ha sido para olvidar.
Se falló en los momentos clave y únicamente se ha conseguido un punto de los últimos 15, sumando en este periodo cuatro derrotas y dos de ellas ante rivales directos por Europa, Real Sociedad y Betis.
Y es que el equipo no ha podido dar más de así, ha llegado dónde ha llegado y cómo ha llegado. Y es que sin apenas refuerzos, y sacando el máximo rendimiento de la cantera, esto es todo lo que ha podido exprimir de la plantilla actual el míster.
Aunque todo parecían sonrisas hace semanas cuando se entraba en puestos europeos, la triste realidad del club, pudiendo terminar en décimo puesto, y sin ni siquiera estar pudiendo competir en los últimos partidos hace replantearse al míster su continuidad. Por si fuera poco, Mamardashvili apunta a venta segura, con lo que no sólo el equipo mejoraría si no que empeoraría considerablemente de perder a uno de los mejores porteros de la actualidad futbolística.
Esta operación y otras directrices, como no apostar por refuerzos de nivel, están tensando demasiado la cuerda con Baraja, que tras no haber obrado el milagro de Europa, que quizá le hubiera dado argumentos para pedir fichajes de altura, ahora también piensa en abandonar el barco.